miércoles, 18 de abril de 2018

LOS SALVAJES QUE CONOZCO

Estado es el nombre que se da al más frío 
de todos los monstruos fríos.  El Estado miente 
con toda frialdad, y de su boca sale esta mentira: 
"Yo, El Estado, soy el pueblo"

Pero el Estado miente en todas las lenguas 
del bien y del mal; y en cuando dice, miente; 
y en cuanto tiene, lo ha robado.

Existe algo de lo que se siente intensamente orgullosos. 

¿ Cómo llaman a eso en lo que cifran su orgullo? 
Cultura lo llaman, 
y es lo que les distingue de los cabreros.

F. Nietzsche. Así habló Zarathustra.




La frase padre de la patria es un eufemismo 
de la frase prostituta de la patria.
---Sophus Lee


Conozco a muchos patriotas. Los veo en las universidades, en los colegios y en las calles. Están por todas partes. Pueden ser profesionales, empresarios, religiosos, neoliberales, marxistas, capitalistas, socialistas, la señora que vende en el minimarket, etc. Hay de todas las marcas y de todos los precios. Pero no hay diversidad ni autenticidad en ellos. Nada. Están cortados con la misma tijera. Salen de la misma fábrica con la misma estructura y el mismo olor. A mis oídos llegan sus sonidos de orgullo patriótico: que hay que amar la patria, que las guerras del pasado, el orgullo nacional, el civismo, los héroes, cantar el himno patrio, que el pueblo se enorgullece, la comida, la bicolor, nuestras riquezas naturales, qué esto y aquello.  Sí, son los patriotas. Repiten palabras. Se identifican con tonterías(raza, apellido, grupo político partido político, religión, nacionalidad, ismos,  etc.) Abren la boca. Hay mucho ruido. Su mente esta programada para repetir el mismo acto. Hay un algoritmo interior en ellos que produce esas repeticiones. Son bucles infinitos de estupideces. Son robots biológicos programados y se manejan con un sistema operativo de alcance masivo. Paradójicamente, los patriotas empiezan su himno patrio con: Somos libres. En su estado más agudo los patriotas son gritones, se les hincha el pecho cuando ven pasar armamento bélico en fiestas patrias, se enorgullecen de tener fotos con políticos o se llenan de emociones cuando hay un gol de la selección de fútbol. Sí, hacen mucha bulla. Se visten con banderitas y son fácilmente programables-manipulables. Sí, están por todas partes. Su educación no les hizo el favor. Su mente esta llena de símbolos patrios, historias bélicas, discursos políticos, colores, gritos, héroes y mapas que se van reduciendo en el tiempo. Yo nunca escucho sus sonidos mecánicos y todo ese guión aprendido. ¿Aprender para qué? Estas de  visita en este planeta. ¿Qué es un patriota? Acaso no hay una frase tan aberrante como padre de la patria. ¿Qué estupidez es esa? Tu tiempo es finito, pero tu estupidez tiene un tiempo virtual infinito y lo desperdicias haciendo ruido. Silencio.  Los miro en silencio como si tuviera un cuerpo inerte en la sala de autopsia. 




Los patriotas nunca tienen autoestima: les gusta escuchar a los políticos y hacer conversaciones sobre todas las estupideces que se les ocurre a los políticos a diario. Incluyen en su tiempo de vida escuchar a los políticos. Se toman fotos con ellos para sentirse diferentes o valorados, aplauden sus estupideces y sus grandes mentiras. Los patriotas viven de ese alimento nauseabundo verbal que producen  los políticos. Viven de esa retórica decadente que, en la (s)cima de la estupidez, les persigue incluso cuando están en estado indignado. Hasta parece afectarles fisiológicamente: mucha bilis. A los patriotas el ser político les engatusa con facilidad como frases  vacías como el pueblo exige, el pueblo quiere, el pueblo necesita, el pueblo se levanta o la voz del pueblo es la voz de dios. 

¿La voz del pueblo es la voz de dios? Dios no puede ser tan idiota. 

¿Qué produce un político? ¿Qué te va enseñar un parásito? No. Los parásitos son parásitos. Un árbol produce oxigeno. El oxigeno que respiras y que conecta a todos los humanos como una misma familia. Un árbol es tu hermano. Los patriotas son robots, pero también respiran. El oxigeno también se dirige a sus cerebros pero algo no funciona en ellos. Su mente se ha apoderado totalmente de ellos. Su mente dirige su destino. Su mente esta llena de figuritas, palabras y toda esa basura patriótica. La fotosíntesis, sin embargo, no fue comprendida. Los patriotas recuerdan y celebran las guerras pasadas como también las frases de los políticos que se les ocurre a diario. El sistema respiratorio parece cobrar vida sólo cuando están enfermos del cuerpo porque de la mente ya lo están. A los patriotas les cuesta caminar por sí mismos. Les cuesta ver su interior. Ellos son llevados de la mano en toda su ceguera. Usan palabritas porqué sí.




Con las palabritas desarrollo y progreso los políticos están justificando la destrucción de la selva. Esas palabritas mágicas parecen convivir con la legalidad, pero esta más cerca de la autodestrucción, la impunidad, la injusticia y la corrupción. Esas son las palabritas mágicas que salen de sus lenguas venenosas. ¿Ya se olvidaron de alan garcia y su ley de la selva y de su entusiasta ministra mercedes araos? ¿Ya se olvidaron de la masacre de Bagua y de que mentes enfermas son las responsables? Es increíble que la ley propiciada por una mente enferma pueda afectar a muchos seres humanos y árboles. Oh, ministra de educación, hay muchas cuentas qué rendir. Hay mucho que pagar. Con la plataforma del así llamado Estado están respaldando y justificando los grandes crímenes en los bosques.  Estos seres parasitarios son, pues, los peores enemigos del planeta. Y estos seres tienen, increíblemente, sus seguidores. Están ahí; en las plazas, mercados y calles; gritando con sus banderitas del partido o grupo político.  Haciendo ruido como idiotas. Discutiendo sin saber qué y hablando sin saber qué. Si estarían conscientes de su respiración se volverían más sabios. Pero no no, prefieren los gritos y seguir a los parásitos. Si supieran que el grito más elevado es el silencio. Si supieran ver un árbol con otros ojos. Si supieran verse en los ojos de otro ser vivo.  

Los políticos peruanos estuvieron muy interesados en construir grandes carreteras que destruyeron muchas hectáreas de bosques primarios supuestamente protegidos por el Estado. No les interesó ni el impacto ecológico de sus decisiones ni mucho menos los árboles o el impacto social. Pero si se habló de muchas cifras económicas y usaron las palabritas desarrollo y progreso para justificar la destrucción. Hoy se conoce a qué se debió en sí ese interés: sobornos millonarios. Una sola mente política enferma ha destruido millones de arboles y sistemas ecológicos que tardaron millones de años en desarrollarse. ¿Era por al patria?,¿progreso?, ¿desarrollo?

Ahora queda, algo más claro, porqué los políticos son parásitos. Una sola mente enferma puede joder la vida en el planeta. Una sola mente enferma puede producir una guerra o una masacre, una gran deforestación o una crisis social. ¿Sigues escuchando a un ser político? ¿Sigues escuchando a esos salvajes? ¿Acaso no tienes autoestima o algo de eso que llaman dignidad o cierta sabiduria? 



Un político es más peligroso que una bomba nuclear. En realidad las bombas nucleares han explotado por la decisión de los políticos. Las bombas nucleares son en sí pacificas. Los políticos buscan excusas para sus masacres. Las excusas son sólo alimento para su ego. Y, en estos tiempos modernos, sus mentiras son más elaboradas. Los políticos han causado más guerras en los últimos cien años que en toda la historia de la humanidad y el impacto de sus decisiones esta afectando seriamente el planeta. En el aparente poder de un político se esconde su debilidad y cobardía, su pobreza de ser y su gran ego.  Un político es el nivel más inferior en la escala del desarrollo de la consciencia. Es ego puro.  Seguir a un político es la estupidez humanan más grande que puede existir. Un político es una abominación humana. Los políticos son una enfermedad que puede destruir el planeta. Lo están haciendo en realidad. Si se les hace caso las consecuencias serán devastadoras e irreparables. Los políticos son caca pura con lengua venenosa. Sus acciones o discurso políticos no es más un eufemismo de todo el espectro de sus enfermedades mentales.  Enfermedades que afectan directa, o indirectamente, a millones de seres humanos.  Si un político es en sí caca pura y parasitaria, ¿qué es un simpatizante  o seguidor de un político? La respuesta es fácil de imaginar, pero también es asquerosa. Cuando en los pueblos abundan políticos por metro cuadrado es síntoma de una enfermedad cancerígena y de un futuro predecible de decadencia.  Cuando a los mitines políticos acuden cada vez más personas es una buena medida para saber si un  pueblo está en un estado de decadencia total. 







Vivíamos tranquilo en nuestro verde planeta. Vivíamos entre los árboles y los ríos, entre las ánimas y las plantas, entre el canto del monte y la voz del viento que se desdobla entre las hojas. Los hombres pertenecían a la tierra(pero la tierra no pertenecía al hombre), los hombres nacían de la tierra, de una sola madre, y todos eramos como hermanos, hermanos de sangre y tierra, de lluvia y sol. Conversabamos con nuestras plantas, nuestros apus, nuestras ánimas, nuestras piedras, y así, nuestra vida se enriquecía cada día con un mundo donde el hombre, la naturaleza y las ánimas compartían sus vuelos. Escuchábamos los ikarus del maestro, recibíamos su canto, recibíamos su luz. Todo transcurría bajo las hojas, bajo la luna, cerca al río, cerca a las nubes, bajo las estrellas, bajo los árboles, sobre la tierra, entre las ánimas y el cielo espectral. Y de pronto, llegaron los invasores, trajeron su bulla y sus asesinos, destruyeron a nuestros árboles, mis verdes hermanos. Destruyeron a nuestros ríos y asesinaron a nuestras aves. Mataron a nuestros hermanos que murieron por sus hermanos: los árboles. 

Canto a los árboles y a mis hermanos de tierra. Canto a la lluvia que cae sobre la hojarasca crepitante. Canto al canto del pájaro feliz. Canto a los ríos. Canto, canto y canto.

Y mis hermanos lucharon por la vida, por su patria verde, por el porvenir, por sus hijos y las hojas. 

Los invasores trajeron el fuego y la pólvora, quemaron nuestras tierras, quemaron mi sangre y mis venas.



PRELUDIO
(BAGUATAR)
1

Si alguien pregunta por mí, 
hermano,
dile que vivo en el árbol feliz del pájaro cantor,
dile que empezaremos la revolución
con las hormigas comunistas,
dile que resistiremos siempre
en la trinchera de nuestros corazones,
dile que no se llevarán al Yakumama 
sin antes vencernos,
dile que amo el monte 
y sus criaturas,
dile que soy un barón rampante,
un loco, 
un soñador, 
un guerrillero del monte
y por el monte.
Dile que tenemos un himno:
es el canto del pájaro del árbol feliz.
Dile también que combatiré
al lado de mis camaradas los árboles, 
los ríos 
y las hormigas.
Dile que mi patria es verde
y cósmica.
Dile, 
hermano mío, 
que venceremos.





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